
Errores típicos en la fotografía de retrato en estudio
Cuando nos acercamos por primera vez a una disciplina, ya sea fotografía de retrato en estudio, atletismo o fabricación de artículos pirotécnicos, lo normal es que cometamos errores. Son la experiencia y la profundización en esa disciplina las que nos van a dar la destreza y el dominio de la técnica necesarios para mejorar nuestros resultados. Y como no siempre somos conscientes de esos errores, he decidido escribir este artículo, (y grabar este vídeo para mi canal de YouTube), para hablarte de 7 de los errores que me encuentro con más frecuencia en la gente que empieza a hacer fotografía de retrato en estudio. Probablemente este vídeo no consiga evitar que los cometas, pero si los sabes identificar, seguro que te será más fácil ponerles remedio.
Utilizar la falta de equipo fotográfico como una excusa
Quiero empezar por este error por que creo que es importante de verdad. Es más, no sólo es uno de los errores más importantes, sino también de los más frecuentes: quejarnos de la falta de equipo. Que si tuviera una cámara mejor, o un objetivo mejor, haría mejores fotos…. O aplicándolo a la fotografía de retrato en estudio, que si tuviese tal o cual modificador, o unos flashes de estudio más potentes…. Olvídate. El equipo no es más que una herramienta. Por supuesto, como ya he dicho muchas veces, cuanto más se adecúe a nuestro trabajo, mejor, pero no podemos dejar que se convierta en un factor limitante.
Sé creativo, o creativa, en YouTube (incluyendo mi canal) tienes cientos de vídeos en los que te enseñamos cómo trabajar con flashes de mano, cómo utilizar modificadores caseros, cómo adaptarte al equipo que tienes y sacarle todo el partido posible, exprimirlo al máximo… adaptarte, a fin de cuentas. ¿Necesitas una fuente de luz más grande? Rebota el flash en una pared blanca, o haz pasar la luz a través de una sábana. ¿Necesitas hacer más estrecho el haz de luz de tu paraguas? Ponle cinta americana hasta que dejes un paso de la anchura que necesitas.
Hazlo como te de la gana, pero no dejes que el equipo te limite.
Tener miedo a experimentar en tus fotografías de retrato
Otra cosa que me resulta muy curiosa es que a la hora de trabajar con luz natural, a todo el mundo le encanta experimentar, probar contraluces, cambiar ángulos de iluminación o de tiro, hacer todas las pruebas habidas y por haber. Pero cuando se trata de iluminar en estudio, todo el mundo busca una fórmula rápida. Un esquema que funcione a la primera y que le quite todo ese trabajo de experimentación y de prueba y error. Trabajo que, por cierto, a mí me parece lo más divertido de la fotografía. Experimentad, criaturas, y no penséis sólo en la meta. Disfrutad también del camino, que el paisaje es precioso.
Iluminar desde lejos
Quizá por desconocerla, o por no saber exactamente en qué consiste, la ley de la inversa del cuadrado nos puede complicar la tarea de iluminar una fotografía. Si colocamos el flash demasiado lejos, la caída de la luz del modelo al fondo, o a cualquier otro objeto que tenga cerca, va a ser muy pequeña, y eso nos va a dificultar bastante la tarea de controlar intensidades de luz en nuestra foto. Es muy difícil oscurecer un fondo con una fuente de luz muy alejada. Además, por supuesto de que cuanto más lejos esté la fuente de luz, mas duras serán las sombras, y eso no suele favorecer los retratos.
Iluminar tus retratos desde muy arriba
A veces, sobre todo cuando estamos empezando, es posible que no tengamos claro dónde colocar el flash a la hora de hace runa foto, y uno de los errores más comunes es colocarlo demasiado alto. Esto nos va a generar dos problemas enormes. El primero, y más evidente, es que nos va a provocar el famosísimo “Efecto Mapache”, que va a hacer que los ojos queden en sobra, afeando bastante el retrato. El segundo, quizá no tan evidente al principio pero casi más importante que el primero, es que perdemos los catchlights, los reflejos en los ojos. Y eso es mucho perder en un retrato..

Olvidarse de los catchlights (o reflejos en los ojos)
No he profundizado mucho en lo de los catchlights en el punto anterior, porque quería entrar un poco más en detalle en este punto. Los catchlights, para quien no lo sepa, son los reflejos de los flashes en los ojos del modelo, y es algo que le puede dar mucha vida a un retrato si sabemos cómo aprovecharlos. Lo malo es que, por lo general, al principio no sabemos hacerlo. ¿Quieres sabe un secreto? Cuando yo empecé a hacer fotos con flash, no sólo intentaba evitarlos, sino que cuando no podía evitarlos, intentaba borrarlos. Uno que es así de listo.
De todas formas, si quieres saber más sobre todo esto, échale un vistazo a este vídeo. En él hablo con detalle sobre los catchlights y cómo aprovecharlos en tus retratos.
Flares o destellos en las fotos
Otro error muy típico en la fotografía de retrato en estudio es no tener en cuenta la posición de las luces y permitir que se nos cuelen destellos de los flashes en las fotos. Y depende de lo directamente que incidan en la lente y de lo potentes que sean pueden ser salvables en edición (aunque sea un coñazo tremendo quitarlos) o pueden contaminar tanto al modelo que se vuelva imposible eliminarlos por mucho que sepamos de Photoshop. O bueno, si sabes mucho igual no, pero se vuelve muy complicado. Por cierto, los flares no sólo se nos pueden colar desde los flashes directos. Si utilizamos, por ejemplo, el fondo como un punto de luz, como explico en este vídeo, también hay que tener cuidado de no pasarnos con la exposición del fondo o corremos el riesgo de acabar con una imagen deslavada y poco utilizable.
Dejar demasiado a la edición de tus retratos.
Vamos a ver, estás en el estudio, tienes todo el tiempo del mundo, ¿no será mejor corregir esa luz, colocar ese collar o quitar esa arruga de la chaqueta en ese momento en lugar de pensar “Bah, ya lo solucionaré en Photoshop”? ¿No crees que es más inteligente? Por poco que te lleve quitar esa arruguita en Photoshop, tendrás que hacerlo para todas las fotos que edites. Y créeme, ese tipo de cosas te hacen perder muchas, pero muchas, muchas muchas horas delante del ordenador. Y son horas que podrías estar empleando en hacer más fotos. O en tomarte unas birras, que no todo va a ser hacer fotos. De verdad, cuida los pequeños detalles e intenta siempre que la foto en cámara sea lo más parecida posible al resultado final que buscas.
Y esto ha sido todo por hoy. Si estás empezando en esto de la fotografía, quizá te interese echarle un ojo a este otro artículo de nuestro blog.
Muy Bueno